Zygmunt Bauman… y ¿Qué viene después? Mg. Julio C. Romero Orozco

Zygmunt Bauman... y ¿Qué viene después?

Mg. Julio C. Romero Orozco

4 de marzo de 2016

"La cultura líquida moderna ya no siente que es una cultura
de aprendizaje y acumulación, como las culturas registradas en los informes de
historiadores y etnógrafos. A cambio, se nos aparece como una cultura del
desapego, de la discontinuidad y del olvido."  Zygmunt Bauman

Nos es muy natural encasillar periodos de nuestra historia y
presente en significados que nos pueden decir mucho o poco. Son propuestas de
variados autores pretendiendo contener en una palabra o combinación de ellas complejos
procesos y consecuencias sociales que pueden ser optimistas o pesimistas. Por
ejemplo respecto a la modernidad, Jurgen Habermas la describe como un "Proyecto inacabado" y es una época que
se define "a partir de haber alcanzado conciencia
de sí misma"
(Ponce, M, 2011). Posteriormente o en el intertanto, aparece
el término postmodernidad - a partir de la arquitectura-, el que autores como Lyotard,
Derrida,Foucault, Deleuze y otros, pretenden superar la modernidad
(curiosamente desde un enfoque de izquierda, centro y derecha), desde derribar
todo vestigio de "verdad absoluta", criticar sus errores "y horrores" y la
aplicación (centrado en el lenguaje) del modelo liberal (Rorty). Enfoques
recomendables a explorar con mayor detención y profundidad.

No obstante a los antecedentes expuestos, de una manera
drástica, Z. Bauman, (sociólogo polaco y profesor emérito en Inglaterra y
Varsovia) dibuja a la modernidad para ser vista en dos momentos muy
contrastados: Una modernidad sólida y una modernidad líquida. La primera (en
términos muy simples desde los enfoques estructural, procesos y consecuencias
de la sociedad) como: Estatocéntrica, institucionalizada, cooperativa, valorica,
relación equilibrada entre la política y la economía, compromiso, predecible.
La modernidad líquida como: asimetría estado-sociedad, debilidad institucional,
individualista, inestabilidad y relatividad e impredecible.

Visión realista del sociólogo, con grandes trazos pesimistas,
que nos lleva a pronosticar (según lo escuché en una entrevista en TV) una
sociedad "gaseosa", la que escaparía al afán-casi paranoico- de mantener un
mundo, al menos coherente para existir, pues significaría-posiblemente- la
desaparición del Estado y las instituciones permanentes, una distinta economía,
política y distinta forma del ser, como consecuencia crítica a los modelos
vigentes.

"La posmoderna
sociedad líquida de Bauman ha alcanzado entre nosotros rasgos paroxísticos,
hasta convertirse en el epítome de una sociedad gaseosa en cuya atmósfera
acrítica se diluyen los impactos más inquietantes
" (Camacho, ABC.es)

En este contexto de un posible nuevo escenario, la única
verdad, certidumbre y la predictibilidad ¿serán factores fundamentales?. La red
global de información nos ha propuesto un tejido multivectorial tan intenso que
posiblemente minimice el riesgo en la construcción de "múltiples verdades".
Desde un punto de vista optimista, una sociedad global gaseosa daría la
oportunidad de recuperar el lenguaje como única institución y pretensión de
validez. Un lenguaje re-fundador del habitar. Desde un punto de vista
pesimista, el caos, pero tengo fe que la cuaternidad no lo permitirá.

"Al habitar llegamos,
así parece, solamente por medio del construir, tiene a aquél, el habitar, como
meta
" Martin Heidegger