TECNOLOGÍA SÓLIDA / SOCIEDAD LÍQUIDA: ¿UN MUNDO HÍBRIDO?
TECNOLOGÍA SÓLIDA / SOCIEDAD
LÍQUIDA: ¿UN MUNDO HÍBRIDO?
Mg. Julio C.
Romero Orozco
"La creación
es un pájaro sin plan de vuelo que jamás volará en línea recta"
Violeta
Parra
Desde el hombre cazador y recolector, el entorno deberá competir con la
imaginación y estimular la creación. Ciertamente, cualquier necesidad, el miedo
y el goce hicieron posible crear y combinar por sobre lo que disponía la
naturaleza. Por lo cual, fueron los "especialistas" los que repetidamente
estructuraron y dieron forma al saber en torno a aquellas cosas tan propias a
la convivencia. Una suerte de continuo de
creación, cuyo destino era separarse de
lo creado, un producto autónomo capaz de escapar de las propias manos y
propósito del creador.
¿No es que un par de palos sosteniendo una cubierta de paja
devino en edificios y el descubrimiento del átomo devino en bombas?
Creo que no debemos hacer referencia a lo bueno o a lo malo
exponiendo más ejemplos, pero si apuntar a cierta organización y posterior
institucionalización del acto de crear. Una producción y saber técnico muy
específicos que hizo visible a una sociedad del cómo, por qué y para qué y de
otros adoptantes y seguidores, en un contexto de "planes de vuelo predecibles",
de deseos y de valores orientadores: estabilidad de los Estados, la paz, el
desarrollo de los pueblos, seguridad, libertad, otros.
Desde lo anterior se nos presenta la idea de experiencia o de
un conocimiento acumulado que se ordena y se constituye en estructura, sin
embargo, la tekne y su lógica
evolutiva es tan vertiginosa, que lo que fue ayer, hoy no lo es.
Paradojalmente, una maquinaria sólida que avanza y va recomponiendo sus piezas en su
andar.
Ahora somos testigos y usuarios de una
herencia de variados atributos y consecuencias que tienen efecto en la conducta
- ante formas "cambiantes e impredecibles" (Bauman)- y la propia conformación
de la sociedad, pues es la dureza implacable de la tecnología que nos amarra en
una red imponiéndonos el horizonte y obsolescencia de lo creado y su efímero servicio. Una
ilusión ante el objeto cuya materialidad se desvanecerá en el tiempo y en el
espacio de la opinión, permitiendo que nos comparezca en esta dinámica; el
mundo real, el mundo posible y el mundo de los acontecimientos en una condición
de capas subjetivas que potencialmente se diluirán y fundirán en significados
insospechados en los ámbitos de los valores, especialmente: la seguridad y la
libertad.
Supuestamente la tecnología ¿debiera prodigarnos una mayor
seguridad?. Pareciera que esa fue la idea primigenia. Sin embargo, su arte
combinatorio logro tal autonomía que se distanció del acto de crear, es decir,
la postura fundacional para lograr un objetivo predecible. Dinámica que puede
ser interpretada como libertaria y que nos puede situar, como dice Bauman
(entrevista Diario El País, 2 de Enero de 2016) en una condición pendular: "Son dos valores tremendamente difíciles de
conciliar. Si tienes más seguridad tienes que renunciar a cierta libertad, si
quieres más libertad tienes que renunciar a seguridad".
A la vista de lo actual, pareciera imponerse la
tecno-economía, es decir una expresión binaria o combinación solidaria para
mantener nuestro sistema de vida -al menos en occidente- en torno al consumo de
objetos de última generación, sistema el cual, no exento de problemas, levanta
banderas en pro de una supuesta libertad en el mismo instante de una febril
paranoia ante atentados y guerras. Escenario el cual dibuja y muestra con perfección
que la solidez tecnológica convive y se estimula con una sociedad que se diluye
en la debilidad de la política, del Estado (no controlador), de las
instituciones, de la relación entre las personas, de la comunicación
(información basura difícil de procesar), impactando en la inmensa dificultad
de modelar escenarios futuros seguros y principalmente situando al hombre en
una existencia de dos mundos.
Por otra parte, se plantea la interrogante de la velocidad, alcance
y otros, características que podrían ser atribuidas a la evolución de cada uno de los mundos, pero lo que considero
como una situación sensible y crítica es lo correspondiente a la generación de
políticas (sus generadores y la política pública) que implique la articulación
y "timing o tempística" de los procesos. No olvidemos que el factor humano hoy
se le observa categorizado (ver artículos anteriores respecto a las
generaciones Baby Boomers, X, Y, Z) en tipos y conductas diferentes, lo que
implicaría diversos enfoques y por ende, diferentes decisiones en un
espacio-tiempo muy reducido (80s -hoy) en que el cambio ha sido brutal y la
única constante.
Finalmente, lo real, lo posible y la irrupción del
acontecimiento (ya nada nos conmueve) puede ser inscrito en la dimensión
tecno-económica de la sociedad, pues es allí es donde se excita el arte de
agendar, simular y generar escenarios futuros. Este es un imperio del mercado y
de la información donde los generadores de tecnología y mercado endurecen los
procesos (dependencia y consumo) proyectando una imagen de "libertad" que contribuye
a licuar y gasificar a la sociedad. Así mismo, remarca el permanecer en la
ilusión de avanzar muy rápido y no considerar a la basura que hemos dejado en
el camino.
De acuerdo a
Bauman: "Cuando patinamos sobre hielo
quebradizo, nuestra seguridad depende de nuestra velocidad" . De esta frase
podríamos desprender la idea de no sólo
una fragilidad de estructura sino que también de procesos y por ende, de sus
actores, que por vivir en dos mundos
luchan por mutar los significados en torno a la fortaleza y legitimidad. Posiblemente
un mundo híbrido signifique para algunos elevar la basura a la categoría de
lenguaje y para otros, imperiosamente crear nuevos significados sobre procesos
y sistemas afines a la relación tecnología/sociedad.
"Y este nuevo ecosistema híbrido
tendrá competitividad, de un lado; y cooperación y asociación, por otro. Sin lo
segundo, lo primero puede terminar en desastre global"
Miguel
Ormaetxea