SIGLO XXI Y POESÍA: ¿MÁS ESPACIO PARA ABRIRSE A MUNDOS NUEVOS?

SIGLO XXI Y POESÍA: ¿MÁS ESPACIO PARA ABRIRSE A MUNDOS NUEVOS?

Julio C. Romero Orozco

15 de mayo de 2015

Veo  significados, significantes, palabras, pantallas,  el wasapeo y otras formas de lanzar signos y símbolos y raramente me imagino una no mesa, un no algo o una cosa nueva a partir de este tren mediático. Podría ser que la pantalla sea una no mesa. Como aquella que mira el transeúnte pobre desde una ventana, en la que se puede mirar pero no comer.

La poesía sigue siendo un rito de las catacumbas. (Octavio Paz). Esta frase correspondería a quién la lee o ¿a quién la construye?. Me valgo de todos estos  antecedentes para decir que: el papel ha muerto y la fragancia del libro ya tiene patio de sepultación. Por tanto, tal vez, sean otro tipo de constructos (palabras y otros elementos) para producir la transportación del significante de hoy hacia un mundo nuevo. Mundo actual un  tanto paralizado y abandonado a sí mismo y donde muchos esperan la cachetada de Dios.

Presiento que todo vale para asomarse a otros mundos (no es una justificación de metodologías no legales). Por otra parte, "Quizá no estamos viviendo una revolución necesaria, no presenciamos el asalto de las generaciones anteriores, pero sin duda estamos ante una significativa mutación"(Jiménez Morato), pero si me parece y me maravilla la frase Jacques Derrida ““La cuestión de la arquitectura es de hecho el problema del lugar, de tener lugar en el espacio. El establecimiento de un lugar que hasta entonces no había existido y que está de acuerdo con lo que sucederá allí un día: eso es un lugar.”. Lo interesante está en la dualidad coincidencia/diferencia respecto a lo que siempre ha estado allí, ante lo cual, la poesía y el poema estén-al modo de arcángeles-siempre junto a nosotros. "Tú y yo en los demás: libran a la manzana de su / piel. Más hermosos cuando estamos a solas" (Elena Medel, poeta española).

Es posible que existamos en una eterna Roma. Catacumbas, mercado y guerra, sin embargo, entre las argamasas de su violencia y fuerza encontremos el desparpajo de alguien que mira distinto y lo ofrece al mundo en cualquier soporte.