Como muchas veces ocurre,
los retornos a lo habitual son cosa fácil en la gran república doméstica.
Cada vacio, luz y acto están claramente establecidos,
sin embargo los objetos orbitan a su antojo.
Así como voy pasando, mirando las gentes y
la eterna trizadura en la esquina del palillaje de la ventana,
voy recordando lo que prometí no olvidar,
y las cosas–aquellas tan mías- se vuelven invisibles,
pero distingo que aquella forma en el vidrio,
siempre es un ¼ de una redondez incierta.
Me detiene, imaginando que el encierro de gotas de lluvia
en ese caprichoso trazado,
podría ser la clave del objeto del trivial camino.
–Sinceramente no se-. Me podría recordar un mapa, el arco de una
catedral o el corazón roto de ella cuando la miraba.
Y sin embargo pienso -¿A que vine a este lugar?
–una y mil veces me sucede, pero últimamente,
extraño todo tipo de trizaduras de ventanas,
de copas de vino, de ojos soñadores
y mis conversaciones sin terminar.
Curiosamente distingo –gente desconocida pero familiar- .
Misteriosamente alguien confiable me observa
con la compasión de un amo a su perro perdido,
pero insisto-como un rebelde- negarme y
destapar una botella para mirar a través de ella a mis nuevos amigos.
- y por qué no, hacer trizas otras ventanas del pasado.
Las risas son incontenibles y trato de observar de distintos lados
la situación, orbitando a mi antojo.
Nuevamente, cada vacio, luz y acto están claramente establecidos,
sin embargo los objetos se confabulan y mi alma se alegra y se entristece.
Sólo tengo sus miradas y la nostalgia de la redondez del
vidrio de la ventana.
Es un nuevo capricho. Tal vez un cuarto de Luna o de Sol,
- y las gotas de lluvia: un eterno mar.
Uno de ellos se me acerca y me confirma que:
“los viajes son cosa fácil en la gran república doméstica”,
pero que hay que partir cuando te han llamado.
Me dice que no lleve nada y que ha reparado que ¡la belleza
de las gotas de lluvia en el rincón de la
ventana! han sido tu mundo particular.
Su mirara es clara y pacífica y las formas- ya de otros-
podrían ser la liberación de los que creen ir por el trivial camino.
-Llevate la mejor curva, el mejor brillo y tu inmenso mar.
Amigo, este ya no es tu lugar.