LA MICROPOLÍTICA Y EL ESTADO DE MALESTAR
Mg. Julio C. Romero Orozco
9 de diciembre de 2015
“Pero quizá haya que ser realista e irse acostumbrando a lo imposible: que por estar la política denodadamente ocupada en lo "micro" y en lo privado, lo público se ha convertido en cosa personal y más bien minoritaria.” José luís Pardo, 2003
Por un lado las instituciones, el peso de sus símbolos y códigos (Michel Foucault: Vigilar y castigar) , el lenguaje establecido y correcto, la prensa y la realidad objetiva, el mercado, también las consecuencias de una creciente articulación anómala y perversa que desemboca en un interminable ciclo de delito de ciertos actores. Por otro, todas las cosas que pueden ingresar a la arena de lo político, pero que sin embargo se desconsideran y diluyen ante el poder de lo general, de la ideología, sistema y las doctrinas. Casos y cosas del deseo, anhelos, de la simple familia extendida en la sombra de un hermoso parque, de la tejedora y su perro, de la silla ante el umbral. ¿Qué ideas y pensamientos surgen en esta dinámica social?. Sin duda que cierto progresismo y la necesidad de una nueva democracia que pueda armonizar ambos mundos. Asimismo, la práctica de violencia de ciertas minorías que ven obstaculizados algunos espacios de vinculación e inserción. Pero, ¿progresar a qué? …¿a la construcción de un nuevo estado a través de una acción cooperativa? o a la destrucción del actual sistema por la vía del terror?. Ciertamente son incógnitas planteadas sobre la democracia y los vacíos de poder y desarrollo
Esto no significa negarse al conflicto o borrarlo de un plumazo, sino que una cierta mediación entre él y tareas cooperativas de relaciones macro y micro-políticas de una eficaz distribución del poder y del territorio. Territorio en su sentido completo; su extensión, sus fronteras, sus vacíos y la cultura subyacente (ej. El territorio del arte), ajeno a mapeos y formas de poder cuestionables (“potencia de los movimientos de los años setenta a la captación de las fuerzas creativas sociales y artísticas por parte del mercado, en la que bajo la promesa de un paraíso de felicidad, se esconde la nueva «geopolítica del rufián”, Suely Rolnik).
¿Ante qué tipo de cartografía convivimos?
La prensa nos propone grandes espacios abiertos en la forma de “frames” o temas en la cual es difícil ver la realidad intersticial, pues el lenguaje cierra el debate. Allí donde se juegan los aglutinantes del futuro, su construcción – y tal vez alguna pista para deconstruirlo-. Allí donde habita el creador, el artista y también el Lobo Solitario empuñando un arma. Ambos hartos del malestar común y hastiados de entenderlo bajo una misma óptica (Sería interesante listar diferentes ópticas del malestar).
“Derrida dice que toda estructura es artificial, completamente artificial. Para decir eso lo hace desde la filosofía del lenguaje, es decir, se centra en las estructuras del lenguaje. Estructuras que, a fin de cuentas, son las que definen como entendemos cualquier cosa: desde las matemáticas, hasta las novelas del oeste, pasando por la física newtoniana, es igual lo que se trate, primero se ha de definir, de conceptualizar, y eso solo se hace a través del lenguaje.”