LA INSURGENCIA COMO UN CONTINUUM AUTOPOIETICO
Mg. Julio C. Romero Orozco
24 de diciembre de 2015
“No es ningún secreto que los "expertos" no han descubierto como vivir satisfactoriamente, pero cuanto más fracasan, más profundizan en llevar los problemas por la sola influencia de la razón y desestimar lo que la razón no puede comprender o controlar”
Jean Liedloff
El siglo XX y el inicio del actual han sido remecidos por la violencia insurgente y por formas de hacer la guerra, distintas a la regularidad y simetría. Bajo una mirada global, la evolución tecnológica y sociopolítica “en que el conocimiento es poder” y la persona es una entidad de opinión presente en la comunicación, la nueva humanidad puede ser vista en un escenario de nuevas asociaciones y cada vez más sorpresivas las estrategias y metodologías para imponer sus objetivos por la vía violenta. El hipertexto mundial conlleva un sinnúmero de significados atribuibles a un amplio espectro- mayormente de riesgo y peligro (U.Beck)- en la relación del poder y el conflicto, enfatizándose por un lado, la impronta de dominación de viejos imperios y culturas (Rusia, China), la pugna (valorica-religiosa y de intereses) Occidente-Oriente y la profunda brecha de la desigualdad en la calidad de vida de gran parte de la población mundial, ante lo cual, EE.UU. y su ideario de libertad y democracia se ve subsumido en una condición de amenaza y conflicto permanente. En este continuo-impredecible- como si el mundo fuera un objeto de estudio de la biología, la sociedad, la se observa bajo el prisma del control (Control de la población (seguridad), control del territorio (soberanía), control del cuerpo (disciplina), Foucault), se auto-crean y emergen individuos y grupos para constituir fuerzas opositoras e insurgentes desde diferentes puntos de la tierra para unirse-hastiados- en una causa común: ¿Libertaria?...¿Reivindicadora? ¿Revolucionaria?, finalmente capaz de auto-sustentarse y constituirse en un sistema (una red de procesos de acción, interacción y transformación) impredecible, elusivo y excéntrico. Es decir, una máquina autopoietica (en permanente autocreación) (Maturana y Varela) que plantea una interrogante respecto a: su verdadero origen y tamaño, al empleo de fuerzas regulares para su mitigación y la “coherencia” del escenario. Un desafío a la decisión política y a la planificación.
Según J. Liedloff “Podríamos definir el Continuum humano como la secuencia de experiencias que corresponden a las expectativas y tendencias de las especies humanas en un ambiente coherente con eso y en el que otras expectativas y tendencias se formaron. Incluye comportamientos apropiados en, y tratamientos con, otras personas como parte de ese ambiente.
El Continuum de un individuo es global, en el sentido de que forma parte del Continuum de su familia, que a su vez es parte del Continuum de su clan, y el de la especie, y el Continuum de las especies humanas forma parte del Continuum de la vida sobre la tierra”.
Al parecer los temas sensibles de esta reflexión son las expectativas y tendencias en el ambiente, el que debiera mantener alguna coherencia, tanto en el interior del Estado como en las interrelaciones en la comunidad mundial, comenzando desde nuestros valores formativos y creencias, como también, en la elevación a la realidad objetiva del mensaje de la sin razón y de lo que cada uno de nosotros puede construir y aportar a la construcción de la estabilidad, a base de “su” experiencia. Finalmente, experiencias que insertas en la comunicación (un gran texto) autogeneran sentido y conductas críticas desde la unidad básica: la individualidad. Individuo que hoy está colisionando crecientemente con las estructuras y que hoy, es objeto de seguridad, (ya no el grupo, ni el Estado)
¿Estamos construyendo y viviendo una sociedad coherente ?
Pareciera ser que el debate radica en nuestra libertad individual que reclama el rompimiento de las lógicas del Estado, de la Economía, como también de la Defensa, Seguridad y Desarrollo como unidades y conceptos inmutables. Posiblemente una revolución que se debate entre la aplicación del poder duro, blando y un concepto de democracia inteligente. Por cierto, con alcance a los asuntos militares y su potencial relación interdisciplinaria con el mundo civil (empresarial, académico, científico, otros) para establecer la anhelada estabilidad ante problemas que nos son comunes a toda la humanidad. Ante esta realidad, lo interesante es pensar en la auto-creación de la coherencia y validez (acción comunicactiva, J.Habermas) ya con un lenguaje renovado, ya con una cosmogonía transversal, utilitaria y práctica orientada al ser y al hacer.
“ El ser humano tiende, de manera innata, a hacer aquello que cree que los demás esperan de él ”
Jean Liedloff
¡¡¡ FELICIDADES!!!