LA GUERRA HÍBRIDA O COMPUESTA ¿Un término que se deriva de la natural evolución del concepto de Seguridad? Julio C. Romero Orozco

LA GUERRA HÍBRIDA O COMPUESTA

¿Un término que se deriva  de la natural evolución del concepto de Seguridad?

Julio C. Romero Orozco

13 de octubre de 2015

“El hombre es un ser a medio hacer, un puente entre la bestia y el superhombre, un tránsito o paso de la pura animalidad a la súper humanidad. He aquí su destino” Nietzsche

                               A partir de la reflexión del  filósofo, poeta y músico alemán, me es natural inferir que los hombres –en un permanente movimiento- buscaremos y articularemos las metodologías necesarias y convenientes para superar las amenazas superiores a nuestras capacidades (¿acción justa?), por lo que la sensación o estado de seguridad o inseguridad  será un correlato de las herramientas o mecanismos de defensa o de ataque en la permanente actividad de supervivencia. Mecanismos que se validan per se -cualesquiera que sean- para el logro del estado final deseado y en donde  la propia naturaleza del hombre  es capaz de producir (del cruzamiento de actividades distintas) una singular estrategia que podrían provenir de componentes sociopolíticos anómalos, tales como: el miedo, la pobreza, la desigualdad y la exclusión u otros. Factores del tránsito del “medio hacer”, el cual permite identificar  la permanente carencia y búsqueda de una súper humanidad, tal vez una utopía.

Hace pocos días rondamos este interesante tema en un contexto académico. Preguntas y respuestas en demanda de más conocimiento y opiniones autorizadas. Pareciera una conversación en torno a la biología, apuntando a un ¿Qué es la guerra híbrida?.  “Término acuñado por Mattis y Hoffman en 2005 y desde entonces la búsqueda de consenso en torno a su definición ha sido objeto debate y discusión en el seno de la comunidad científica”  (La  guerra híbrida: nociones preliminares y su repercusión en el planeamiento de los  países y organizaciones occidentales, García et al).  En el contexto de la guerra, Thomas Huber (1996) describe el fenómeno  de las “fuerzas regulares e irregulares que combaten de manera coordinada” (García et al). Tal vez la solución para enfrentar a fuerzas inmensamente superiores. El mismo autor señala el empleo de fuerzas que operan de manera cohesionada, pero nunca fusionadas o combinadas, en el campo de batalla. Ideas en momentos de singulares asimetrías  y metodologías entre las partes que se confrontan. Unas enmarcadas en lo regular y convencionalidad y otras en “un todo vale” para lograr el objetivo, considerando dimensión, escenario, elusividad y el pulso comunicacional y político actual (ambos relacionados).

Atrás van quedando los uniformes y la lógica física y regular de la guerra (también su administración). Algunas sociedades han alcanzado una gran estatura tecnológica en servicio de la dominación y estabilidad y otras van quedando rezagadas ante  una gran brecha. Su sentido y expectativa de lo justo se va adaptando a los escenarios articulando diversas metodologías y respuestas (ver VietNam) y con más  sinergia, ahora que la propia tecnología abre más espacios de maniobra: el ciberespacio, los medios de información masivos, la economía, es decir, una compleja red de significados que impactan la conducta y el liderazgo. Ahora un hacker, un acontecimiento (imagen) en los medios, una variación económica son más destructivos y paralizantes que una bomba explosiva, por lo que el espectro de Poder Duro y Letal es mucho más amplio, pero letal en un sentido de destrucción sistémica- , el sistema tecnológico como una forma de vida paralela- en que la información y el conocimiento es la nueva sangre.

Según la OTAN (Revista Digital), en la guerra híbrida “implican esfuerzos a diferentes niveles con el objetivo de desestabilizar un estado funcional y provocar una polarización de su sociedad. A diferencia de lo que ocurre en la guerra convencional, el “centro de gravedad” de la guerra híbrida es un sector determinado de la población. El enemigo trata de influenciar a los estrategas políticos más destacados y a los principales responsables de la toma de decisiones combinando el uso de la presión con operaciones subversivas”. (véase Ucrania, Siria)

Sin embargo, epistemológicamente hablando, denominaría este tipo de conflictividad (ya muy antigua) como de orden compuesto, pues los elementos que conforman esta estrategia pueden ser regulares o irregulares o la conjunción de ambos. Lo híbrido supone la conformación de especies (la biología es regular) con el fin de obtener un resultado también regular.

Son mucho los intentos lingüísticos para extraer términos de algunas áreas para colonizarlos en otras disciplinas, pero el objeto de esta reflexión finalmente obedece a plantear la siguiente pregunta: ¿ Cómo se combate una estrategia compuesta?.  La misma OTAN plantea una respuesta rápida, ¿pero qué es lo rápido hoy en día cuando hay que manejar múltiples dimensiones?. Creo que la relación (estabilidad, crisis o conflicto) se inscribe en la actualidad en una red donde el objeto de la seguridad es la persona nuevamente. Paradojalmente la humanidad  hace un loop de seguridad : persona, grupo, estado, persona. Es decir, desde el cavernario, la tribu, la ciudad y el hombre de hoy, aquel inserto en una red y empoderado para saber y expresar su verdad. Por lo pronto, la tecnología está construyendo una nueva humanidad, quizás no una súper humanidad como lo expresara Nietzsche, pero si un hipertexto extremadamente vertiginoso y complejo.

Por lo anterior, el objeto de seguridad hoy en día debiera ser el ser humano-en su sentido más amplio-, pues de su ser y su quehacer, nace el conflicto.