LA EXPLOSIVA CRISIS DEL MEDIO ORIENTE Y EL BREXIT

LA EXPLOSIVA CRISIS DEL MEDIO ORIENTE Y EL BREXIT

¿POR QUÉ LOS CIUDADANOS RESPALDAN A LA UNIDAD POLÍTICA EN LA CUAL ESTÁN INSERTOS O POR QUÉ NO LO HACEN?

Mg. Julio C. Romero Orozco

“Estamos con Europa, pero no somos Europa. Estamos vinculados, sin estar atados”

Sir Winston Churchill, 1953

                         No es de extrañar que los inciertos vacíos políticos dejados por las intervenciones en el norte de Africa y el Medio Oriente en los últimos años (Iraq, Libia, Siria) y el conflicto Palestino hayan engendrado una  voluminosa ola migratoria -humanitaria y de odio- sobre una Europa multicultural y cargada de una moral de reparación (xenofobia y exclusión)  devenida de la segunda guerra mundial, como también, una Europa con resabios de nacionalismos. Aun están en la retina los actos terroristas y la paranoia de una seguridad y defensa incierta, como también, la debilidad de algunos estados para “dar el ancho” en la estructura económica y la pretensión de algunos estados – de influencia rusa- de pertenecer a la UE, situaciones que podrían hacer temblar las mesas de planificación de la OTAN, debilitar los liderazgos locales y potenciar extremismos proclives a separatismos y estados independientes. Tal vez, los ingredientes de una tormenta perfecta de alcance global.

La pregunta fundamental que se alza respecto a este tema es: ¿Cómo, Cuándo, Por qué y Con qué se materializa una verdadera integración política?, cuando, por ejemplo: “La perspectiva de un divorcio entre el Reino Unido y la Unión Europea es patente” (Palacio, A, El País), considerando además que las posturas modernas le asignan un mayor valor político a la alianza (Nye) y a la cooperación (en un contexto de interdependencia en todos los campos), modelos que tal vez no encajen o yuxtapongan  con la “física” de la migración de personas distintas. Oleadas de personas ávidas de una mejor vida segura, que llegan a ocupar puestos de trabajo y a incomodar a ciertos sectores políticos y sociales locales. ¿Es que los significados de integración y cooperación se ha vuelto en una suerte de imposición en Europa?. “Todo parece indicar que los votantes británicos están, hoy, más enfrascados en ideas reduccionistas, prejuicios y emociones, que en consideraciones pragmáticas, dominados por la retórica más apasionada y más incendiaria del bando euroescéptico” (Palacio, A, El País).

Todo parece indicar que el “escepticismo” es la mayor consecuencia de la violencia regular y terrorista perimetral e interna de Europa, a la cual el continente no ha podido hacer frente. El ciudadano de la esquina ve cómo se va debilitando su sistema de vida y el liderazgo porque la política no es capaz de prodigar la seguridad ni establecer un horizonte confiable de bienestar. “Cameron anunció esta mañana ante la residencia de Downing Street que había decidido no seguir como líder del Partido Conservador y jefe de Gobierno al no haber podido convencer a los británicos sobre los beneficios de continuar como miembros de la Unión Europea” (Agencia EFE).

Antecedentes que podrían significar un potencial debilitamiento de los lideres y argumentos y donde “legitimidad” no signifique necesariamente “consenso”.

En el tenor de la definición de integración de Donald J. Puchala, como un "conjunto de procesos que produce y sostiene un Sistema de Concordancia en el nivel internacional, es decir, un sistema internacional en el cual los agentes encuentran posible armonizar coherentemente sus intereses, transar sus diferencias y cosechar recompensas mutuas por sus interacciones", los vacíos políticos perimetrales de liderazgo e inseguridad– en torno a Europa- han acelerado el ritmo migratorio, detenido la confianza e incrementado la inseguridad.

“Cuando el error se hace colectivo adquiere la fuerza de una verdad.”

Gustave Le Bon