HAITÍ (Expectativas de ida y vuelta)
Mg. Julio C. Romero Orozco
Septiembre 2018
Aunque alguna parte de la oleada migratoria de ciudadanos haitianos a nuestro país han podido instalarse en actividades laborales regulares (principalmente servicios de construcción y aseo), muchos de ellos no han logrado cumplir sus expectativas, principalmente, deducir un porcentaje de sus ingresos para destinarlos al envío a sus familiares o ahorro para la adquisición de una propiedad en la isla, ya sea por causa de no tener un trabajo regular o por no gozar de un ingreso superior al sueldo mínimo. Esta realidad, configura un cuadro desalentador, pues el “sueño chileno”, tal vez inyectado por la comunicación masiva o por la presencia de las FFAA chilenas en Haití, no fue la respuesta adecuada a las expectativas de ciudadanos sumidos en un mundo de miseria e inseguridad.
Frente a esta problemática, el gobierno de Chile se ve en la obligación de evaluar un plan de retorno voluntario para ciudadanos haitianos, pues, representantes de organizaciones de aquellos, en diferentes regiones de Chile, apoyados por parlamentarios de la Comisión de Interior, están poniendo sobre la mesa el tema ya como problema humanitario.
Aunque Chile proyecta una imagen país de estabilidad y desarrollo económico y sociopolítica creciente (Chile tiene un Índice de Desarrollo Humano de 0,878 (calificado como Alto) que lo ubica a nivel internacional en el puesto 44 (entre 182 países) y 1º en la región latinoamericana)1 , según mi opinión, nuestro país no está preparado para cumplir con las expectativas de flujos migratorios importantes:
I.- La migración como política pública: “el fenómeno de la migración contemporánea requiere de Políticas Públicas integrales –leyes de estado, no basta con instrumentos administrativos– que aborden las diversas dimensiones del proceso migratorio, tantos en sus aspectos políticos, jurídicos y económicos, así como en los ámbitos sociales y culturales” 2. La falta de una política clara aumenta la incertidumbre y aplicación de medidas reactivas.
II.- En el contexto de la globalización y complejidad e interdependencia de la economía, la necesidad de mano de obra requiere de un conocimiento profundo del territorio, de manera de tener la capacidad y control de una explotación sustentable y contribuyente a la economía nacional. Por esto, no veo que nuestro país haya “mapeado” el territorio para potenciar o crear polos de desarrollo.
III.- Un Estado, ya en la puerta del desarrollo, es fundamental sumirse en la gobernanza, es decir, el crecimiento virtuoso del Estado, no como una carga fiscal monstruosa, sino que relacionado con todos los mundos del poder nacional (Industria, tecnología, académico, otras), de manera prodigar de manera coherente el bien común. Condición, que sería la base del desarrollo nacional en condición de estabilidad, contando con el aporte de migrantes.
Los fundamentos expuestos, ya sea cumplidos o por cumplir, obtienen una verdadera foto del Chile actual, que evidencia la carencia de un verdadero cambio cultural y desarrollo político ante los desafíos del futuro.
1. 2.- CENTRO DE ESTUDIOS DE RELACIONES INTERNACIONALES (CERI) UNIVERSIDAD DEL DESARROLLO