HACIA UNA NUEVA HISTORIA Julio C. Romero Orozco

HACIA UNA NUEVA HISTORIA

Julio C. Romero Orozco

21 de julio de 2015

"Muchos han hablado de la tragedia griega. Yo respeto a las normas que rigen la eurozona. Pero Sófocles nos ha enseñado que hay un momento en que el derecho del hombre está por encima de la ley. Este es uno de esos momentos ", Alexis Tsipras en el Parlamento Europeo - 08 de julio 2015

Se ve tremendamente complejo lograr el deseado equilibrio en el sistema internacional de Estados, y más aun cuando la humanidad cuenta con una gran carga histórica de experiencias y lecciones por aprender, como también, robustos ingenios tecnológicos para replicar y proyectar el lenguaje (del hacer) a todos los confines. Los hechos recientes de crisis económica y el ambiente de violencia terrorista, xenofobia y exclusión parecen levantar banderas de conflicto muy duras de derribar.

En este impredecible escenario, no se vislumbra al que “debe pagar la crisis” y sus indefinibles consecuencias, aunque también se espera que el liderazgo mundial y la vigilancia espiritual (por ejemplo el Papa) de alguna esperanza ante el clima generalizado de indignación: Al afirmar la urgencia del “ahora o nunca”, la indignación revela el sentimiento de “elegir la vida” frente al mal que la caricaturiza” (Pierron), ante lo cual nos vemos insertos en una mal llamada vida y naturaleza y por ende, en una deformación de la posición del hombre en el universo, ya no como príncipe y vigilante, ya como vasallo y vigilado.

Pues como dice el mismo autor citado, no se trata de una emotividad compasiva, pues es posible que la potencialidad de la información de masas construya una gran “teatralidad” que legitime lo urgente por sobre lo que es realmente importante…y así mismo la preeminencia de significativas dualidades: Occidente-Oriente, Globalización-localidad, ley –derecho …y tantas otras que se sobreponen a la cultura (s) y a la creencia natural y la costumbre.

Esto está llevando definitivamente a la acción, pero creo que es una acción combinada hacia la vieja y conflictiva ruptura de lo temporal y lo espiritual- tal vez ambas grandes teatralidades en cuanto a poder y actores- para remecerlas y para volver a erijir-un reconstruir- la sinérgica relación entre la dinámica del cielo, la divinidad, la bondad de la tierra y la ineludible realidad de que somos espléndidamente mortales.