GENERACIONES X, Y, Z: ¿DISTINTAS PERCEPCIONES SOBRE LA SEGURIDAD, DEFENSA Y DESARROLLO

GENERACIONES X, Y, Z:  ¿DISTINTAS PERCEPCIONES SOBRE LA SEGURIDAD,
DEFENSA Y DESARROLLO

Mg. Julio C. Romero Orozco

29 de febrero de 2016

"La sociedad moderna olvida que el mundo no es propiedad de una única
generación"  (Oscar Wilde)

Al ser testigo de diferentes
categorizaciones de la percepción, valoración y compromiso de personas nacidas
en los últimos treinta años respecto a las respuestas y acciones frente a los
grandes desafíos y herramientas que presenta el vertiginoso desarrollo de
nuestro mundo (especialmente tecnológico), es natural ver diferencias en la
actitud personal, familiar y en lo concerniente al trabajo, actitud que a
muchos de nosotros, nacidos a comienzos y/o a mediados del XIX, de alguna
manera nos afecta - o al menos perturba- como padres o abuelos y pensando en
estructuras organizaciones mayores (especialmente instituciones permanentes),
remecen sus componentes de lenguaje, símbolos, valorica,  y objetivos de manera importante, pues estos
están sometidos a una larga trayectoria de experiencias y resultados que
podrían estar grabados -a fuego- en el siempre venerado altar de la tradición,
un sagrado paisaje que se resiste a ser modificado. Los fundamentos y conceptos
de la política, de la seguridad, defensa y desarrollo descansan en la noble
piedra hierática fijada por la historia y es una incógnita cómo estos desafíos
pueden ser percibidos y enfrentados por las nuevas generaciones, por lo que
podríamos pensar en significados relativizados, deformados, fragmentados,
debilitados y hasta olvidados o diluidos en la nueva fragua generacional, y por
tanto, ¿ nuevos significados y un nuevo tipo de significantes?

                              Los X (los
nacidos entre 1971 y 1985) fueron testigos de grandes cambios y rompimiento de
paradigmas (muro de Berlín). No viven para trabajar como los Baby Boomers
(50s), sino que vivir es su objetivo a base buscar las mejores opciones (poco
apego a la estabilidad laboral), transparencia y contacto directo con la
autoridad. Provienen de hogares separados y su             ideal es la independencia, aunque no les
incomoda vivir largo tiempo en casa de sus familias. Se les considera más
productivos que la generación anterior.

                             Los Y (1985-92)
son testigos y actores del crecimiento exponencial de las cosas y la sociedad.
Asimismo, vivieron el confort propio de ese crecimiento (lujos y comodidades) y
todo lo que ha significado la evolución e impacto de internet y las redes
sociales. Se les ve más interesados en sus pantallas y juguetes tecnológicos
del entretenimiento y comunicación, por lo que no tienen apego al trabajo
estable y siempre están abiertos a los cambios y nuevos emprendimientos.

                            La generación Z
(posteriores al 92) son considerados nativos digitales. La tecnología les es
muy natural, pues nacieron entre ella. Es posible que vean la realidad desde un
punto de vista mecanicista y práctico y sean incapaces de ver "los tonos intermedios
de las cosas". Son considerados individualistas y asociales, sin embargo tienen
la capacidad de configurar grandes asociaciones y aportes a través de la
tecnología de la red global. El concepto de distancia y privacidad es muy
sensible para ellos.

Por lo anterior, si consideramos
a la seguridad como una percepción del entorno y un estado que se logra de
acuerdo al empleo de capacidades (defensa y desarrollo) vemos que el material
humano de construcción es bastante diverso y complejo para lograr el propósito
del Estado respecto a la seguridad y defensa y el bien común. Este tema también
alude al tipo de Estado posible (en la articulación de X,Y y Z u otras
categorías devenidas del desarrollo exponencial) o también, qué tipo de
seguridad, defensa y desarrollo queremos...¿un problema democrático?.

Desde ya las tres categorías
tienen atributos positivos y negativos respecto a los  concepto en comento, no obstante, pareciera
que la seguridad y defensa y desarrollo pudiera verse relativizada o fragmentada
por ejemplo entre innovadores, seguidores, primeros adoptantes y rezagados, tal
vez, distintos segmentos etarios y culturales, pues la seguridad y el
desarrollo serían condiciones diferenciadas entre unos y otros (también las
amenazas) y el Estado vería complejizada su tarea de prodigar la protección.
Esto plantea un Estado visto desde diferentes prismas y percepciones, desde la
mayor a la menor importancia, pues en el experto en informática, por ejemplo, la
seguridad y defensa se circunscribiría en lo relativo a la red y sus recursos,
como también, en la potencialidad de desarrollar "más mundo".

Sin duda que la categorización
social es una pretensión de atomizarla y de configurar mundos paralelos pero
afines. Esta es la gran pregunta ¿ Qué tipo de comunicación se requerirá para
optimizar los vínculos productivos entre estas generaciones?. Si bien es
cierto, muchos atributos de los tipos expuestos constituyen "un alto grado de
especialización y eficacia", no está asegurado el compromiso, el para qué y el
por qué, significando con ello un cierto automatismo mecanicista, al mismo modo
como se veía, hace algunos años, la comunicación (la eficiencia del emisor,
medio, canal, mensaje, código, receptor, respuesta y contexto).

Hoy, es común ver en las oficinas
de instituciones, gente abyecta trabajando con la puerta cerrada, funcionaros
empoderados con el manejo de ciertas prácticas técnicas (que no comparte),
autoridades que no se comunican con sus subordinados y designados o autoproclamados
líderes que no son seguidos.

Lo anterior nos habla de
generaciones autónomas, tal como lo preconizan algunos autores sobre las
guerras del futuro. Ingenios altamente eficientes y soldados robots. Según el
escritor y divulgador científico, Isaac Asimov, "los robots deben ser regidos
por una suerte de "mandamientos", del mismo modo que los humanos tenemos
nuestros códigos morales". Puede que ser la moral del X, Y y Z. sea un asunto
serio de estudio percibiendo la seguridad, defensa y desarrollo como un actividad
muy técnica y mecanicista exenta de cuestionamientos morales o valoricos.