ESCENARIO CHILENO AL 2050: ANÁLISIS PROSPECTIVO
Julio C. Romero Orozco
2 de junio de 2015
Lo interesante de este ejercicio, de suyo experimental, es el intento de obtener una imagen del escenario nacional y su impacto en la región, principalmente cono sur y para el año 2015. Para ello, utilizará el método FAR (Field Anomaly Relaxation), el cual basado en ajustes de anomalías políticas, sociales y económicas, se llega a un patrón de circunstancias, más o menos coherentes. “Así los escenarios tienen el propósito de comunicar imágenes del contexto y privilegiar ese sentido del contexto por sobre la exactitud” (Gallardo, 2010).
El análisis modela la realidad, identificando un conjunto de variables que la describen, tomando cada una de ellas una serie de valores. A las variables las llamaremos Sectores y a sus valores, Factores.
Finalmente después de proponer la matriz de sectores y factores, se establece un To (Tiempo actual), un escenario optimista, un escenario pesimista y un escenario probable al Tn, para concluir con un informe de carácter coloquial acerca del escenario futuro prospectado.
En cuanto planteamiento de la situación actual del país podríamos referirnos a muchos temas, tales como: la aspiración boliviana al mar, el conflicto Mapuche, el problema energético, los desastres naturales, el tráfico de drogas, la inmigración, las reformas estructurales (educación, laboral y tributaria), los casos de empresas que financian partidos políticos de manera irregular y otros que cruzan al ser nacional en el 2015 (ventanas en la agenda comunicacional), los cuales, sin lugar a dudas, tienen un efecto entre sí, en la imagen proyectada por el liderazgo y la respuesta que pudiesen tener la propia sociedad, sus instituciones y autoridades. Sin embargo, según mi opinión, el aspecto central de esta malla de situaciones (potencialmente conflictivas o determinantes de futuros escenarios) apunta al tema geopolítico, el cual lo podríamos descomponer en significados binarios (posiblemente causas y efectos): liderazgo/crisis de liderazgo, confianza/no confianza, transparencia, no transparencia, política de relaciones exteriores/no política de RR.EE., centralización/descentralización, planificación/no planificación, otras, los que se pueden constituir en capacidades o incapacidades o virtudes o anomalías sobre un territorio nacional en el cuál debiera ser plenamente controlado para efectos de seguridad, defensa y desarrollo. Finalmente, para el bienestar de la sociedad toda y los desafíos que plantean los significados de cooperación e integración, como también, una cierta capacidad para estar preparados ante los cambios que podrían suscitarse, principalmente en lo referente al exponencial desarrollo tecnológico- y su efecto en la comunicación- y lo que ello implica para la sociedad.
Por lo anterior, la singularidad de nuestro país puede ser dibujada con trazos de amenazas, riesgos, vulnerabilidades y oportunidades que pudiesen presentarse para enfrentar los desafíos que podrían presentarse en el 2050.
Entonces, a modo de presentación general identificaré las fuerzas principales que, según mi opinión, tienen un impacto relevante en el país:
A.- OCUPACIÓN DEL TERRITORIO (Oc): Se refiere a la distribución de la población en la totalidad del país, involucrando descentralización, equilibrio político-administrativo, bienestar y control (seguridad, defensa y desarrollo)
B.- GENERACIÓN DE ENERGÍA (Ge): Se refiere a generación de energía propia y autonomía nacional, como también, ajena a conflictos medioambientales, permitiendo hacer una equilibrada distribución e impulsadora de industria y polos de desarrollo.
C.- UNIDAD NACIONAL (Un) Se refiere a la positiva percepción de la población acerca de la realidad nacional, permitiendo una valoración y compromiso respecto a la permanente construcción de la nacionalidad y cohesión.
D.- INTEGRACIÓN Y COOPERACIÓN (Ic) : Se refiere a las capacidades y voluntad política del país para sumarse a la solución de problemas y oportunidades de desarrollo internas y regionales.
No olvidemos que es necesario presentar nuestro Tiempo 0 (T0), el cual, en pocas líneas y de acuerdo a las cuatro fuerzas principales se configura de la siguiente manera:
Oc.- No se ocupa plenamente el territorio, denotando espacios vacíos de precario desarrollo y posible fuente de delitos (narcotráfico, migración ilegal y otros delitos) y por otra parte, su adquisición por capitales extranjeros (Parque Pumalín).
Ge.- Incapacidad para generar energía eléctrica que cubra todo el territorio de manera eficiente. Vulnerabilidad y fragilidad de la red, como también, más de un 80 % de dependencia de hidrocarburos del exterior. Real y potencial efecto contaminante de plantas generadoras. Gran demanda de la industria minera.
Un.- Gran desconfianza social en la política. Desigualdad social (OCDE) que se agudiza con la presencia de olas inmigratorias (Caribe, Perú principalmente).
Ic.- El permanente embate de los desastre naturales (de suyo complejos y diversos) sorprenden al país con una estructura organizacional y medios deficiente. Las FFAA se suman a las tareas de cooperación, sin embargo se requieren más medios. Asimismo, se ha observado la ayuda de países vecinos ante desastres que podrían ser enfrentados de manera compartida.
Para cada uno de los factores expuestos es necesario asignarles un valor. Generalmente se asigna desde lo óptimo hasta deficiente o pésimo, considerando también los valores intermedios.
Por lo anterior, las expresiones expuestas representan el presente y “Consecuentemente genera suficiente confianza para intentar con ella visiones a futuro” ( Gallardo,2010).
Pues bien, si confrontamos el T0 con los valores asignados podremos obtener un escenario pesimista, medio y optimista, en el cual lo representado tiene un carácter simbólico, donde se “obtiene de este modo una especie de visión de futuro” (Gallardo, 2010) no hechos puntuales.
Justamente es el carácter simbólico de los hechos, acontecimientos y de la comunicación la que configura un posible escenario, el cual en todos sus componentes advierte al analista de los factores intervinientes de lo que probablemente se ajusta al futuro.
Entonces, “ las secuencias que marcan la trayectoria” (Gallardo,2010) desde el presente ( 2015) hasta el escenario futuro ( 2050), una vez que se obtuvieron los valores para cada Fuerza (4) arrojan lo siguiente:
ESCENARIO PESIMISTA: No se ha logrado ocupar el territorio. Olas inmigratorias y pretensiones de países vecinos y otros pretender ocupar espacios vacíos sin control. Estos espacios carecen de fuentes energéticas y calidad de vida aceptable por lo que han emergido conflictos sociales entre nacionales y extranjeros. El estado carece de recursos para cubrir el territorio ante la delincuencia y combatir desastres naturales eficazmente.
ESCENARIO MEDIO: El país ha mantenido un crecimiento moderado y ha ocupado débilmente (con algunos polos de desarrollo) espacios vacíos en el norte y el sur. Centros que cuentan con energía solar capaces de generar (60%) cierta industria y fuentes de trabajo. El país recibe de forma restringida y controlada (especialidades) población inmigrante. La delincuencia ha bajado mínimamente.
ESCENARIO OPTIMISTA: El país ha implementado una matriz energética completa y alineada con el medio ambiente conectándose con países vecinos y generando sus propias fuentes. Lo anterior ha significado una ocupación total del territorio (nacionales e inmigración) y el correspondiente imperio de la ley, lo que ha impedido el surgimiento de focos delictivos. Esto ha significado fuentes productivas, trabajo, bienestar y unidad nacional.
Como podemos ver en este análisis básico, se observa cierta tendencia e identificación de significados relevantes tales como: TERRITORIO, ENERGÍA, POBLACIÓN, ESTADO(S), REGIÓN, OTRAS, los que pueden mostrarse de manera constructiva o conflictiva en la modelación del escenario a 2050.
Según mi opinión, a modo de informe final y muy general, si nuestro país no ocupa la totalidad del territorio, bajo un esfuerzo político descentralizador y con la voluntad de implementar de manera robusta Polos de Desarrollo en zonas vacías (interiores y limítrofes), como también, fuentes energéticas, el país podría ser objeto de fuentes migratorias sin control, focos delictivos y conflictos sociales (xenofobia, desigualdad, otras).
La tendencia para los próximos años es la integración y cooperación, en la cual, el valor simbólico de la nacionalidad tendería a diluirse en la necesidad de lograr un mayor bienestar e igualdad. Beneficio que estaría más al resguardo de la gran empresa que del Estado. Empresas que buscarán todos los mecanismos posibles para lograr una representatividad política legítima.
Las FFAA se constituirán en una fuerza regional o subregional que se suma al poder hegemónico mundial. Fuerzas que se debatirán en la disyuntiva del balance de los medios en cuanto a empleo interno (crisis, conflicto, desastre natural) y empleo externo (crisis, conflictos, cooperación a fuerzas internacionales).