EL DIFÍCIL PERO NECESARIO DEBATE SOBRE EL TIPO Y TAMAÑO DE LOS INSTRUMENTOS DE SEGURIDAD DE LA NACIÓN

EL DIFÍCIL PERO NECESARIO DEBATE SOBRE EL TIPO Y TAMAÑO DE LOS INSTRUMENTOS DE SEGURIDAD DE LA NACIÓN

“Cuando se habla de post verdad, hay ya una leve insinuación –irritante- de que antes la cosa pública era más verdadera”  Paula Recart

Mg. Julio C. Romero Orozco

Posiblemente la Guerra Fría sea un significado demasiado abrumador para la construcción y desarrollo eficaz de la fuerza en la actualidad y su proyección futura (especialmente en América Latina), el cual no hemos querido o podido sacarnos de encima, y tal vez –desde aquí-, la propuesta de un concepto de amenaza y guerra vaya adoptando un permanente “refresh” desde los estandartes hegemónicos de EE.UU, del fortalecimiento de Rusia o desde el desarrollo exponencial de China, como un tercer factor a considerar en el tablero mundial. Impronta que lleva consigo una post-verdad de tensión y conflicto sin fin, como también (para nuestra realidad latinoamericana) de cálculos, adquisiciones y percepciones que día a día es más difícil legitimar y confrontar a los nuevos tipos de amenazas. Devenir histórico que mantiene en la retina y en las ideologías locales un clima doctrinario, ideas  “no necesariamente escritas, que constituyen un corpus más o menos coherente, orientadoras del accionar institucional de las fuerzas armadas en lo que es la manifiesta función principal de las mismas: hacer la guerra” (Angelone, J.P., Doctrina de Seguridad Nacional) la que desde el enfoque norteamericano, se pretende impedir la penetración de ideologías hostiles a sus intereses, los cuales son considerados globales. Asimismo, la fijación de un imaginario colectivo inscrito en un área reduccionista en cuanto a la defensa, enfocada principalmente en tanques, buques y aviones de última generación, ingenios o sistemas que impiden ver en propiedad la complejidad de los conflictos actuales y que por otro lado, vinculan a los estados con grandes y prestigiosos conglomerados tecno-industriales de sistemas de armas

Un relato de la post-verdad en el  tema de la seguridad y la defensa pareciera estar inmerso en un mundo simulado y creíble, -producto y respuesta a la vez- a lo que las legiones (“Idiotas”, según Umberto Eco) de la red social y agendas de los medios de información continuamente proponen y definen, pero colisionando en cuanto a un debate serio, con los viejos y pesados estantes de las Doctrinas y las planificaciones. Sin duda que esta post-verdad produce una desnaturalización preocupante respecto a las instituciones, a sus funciones, a la formación de su personal, a  su dimensionamiento, a su financiamiento y a la dinámica y compleja toma de decisiones, tanto políticas como estratégicas, respecto a su accionar.

Post-Verdad: “Circunstancias en que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública, que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal”. Diccionario Oxford

Desde los antecedentes expuestos, el tema de seguridad (en un sentido completo) implicaría en primer lugar, una evolución cultural y doctrinaria respecto a un robusto enfoque “institucional” de cada una de las amenazas, considerando el amplio espectro de estas. Por lo anterior, las Fuerzas Armadas de Chile están orientadas y preparadas fundamentalmente para la defensa del país ante amenaza externa, lo  que conlleva atributos y capacidades de disuasión (proyección de una imagen creíble de fortaleza) y cooperación ante el ámbito externo (Operaciones de Paz). Asimismo, actividades de cooperación en el ámbito interno. Según mi opinión, en este último aspecto se ha generado un campo de significados post-verdaderos deformantes que contribuyen a un cuestionamiento e incapacidad para contribuir al desarrollo sano de nuestros instrumentos de seguridad, un bien legítimo y necesario y la “verdadera necesidad” sería con contar con institucionalidad específica para cada amenaza, esto significaría un dimensionamiento y tamaño afin. Por ejemplo, el control de zonas devastadas por terremotos y la reconstrucción requieren de personal altamente especializado. Lo mismo para el embate de los incendios forestales, ya que este tipo de catástrofe es de una alta complejidad técnica, por lo que el material aéreo (y otro) debe ser específico, operado por personal calificado.

En esta condición de especificidad institucional encontraríamos los tamaños adecuados a los instrumentos de seguridad, como también a una legitimad centrada en lo que se considera verdadera y justa.

“La diferencia, ahora, consiste en que el Diccionario Oxford no sitúa la posverdad como un arma a disposición de la clase política dominante, sino como un poderosísimo y descontrolado recurso de los súbditos” Diario El Pais, 16 Nov 2016