EL CONSEJO DE INSEGURIDAD COMO ESTRATEGIA DE DOMINACIÓN, Mg. Ciencia Política – Mg. Comunicación Julio C. Romero Orozco

EL CONSEJO DE INSEGURIDAD COMO ESTRATEGIA DE DOMINACIÓN

Mg. Ciencia Política – Mg. Comunicación  Julio C. Romero Orozco

21 DE ABRIL DE 2017

“El poder concentrado ha sido siempre el enemigo de la libertad.”  (Ronald Reagan)

 

La masa continental euroasiática, respecto al ejercicio del poder global, es dónde se concentra la mayor parte de la población, de los recursos naturales y de la actividad económica del planeta (El gran tablero mundial: la supremacía estadounidense y sus imperativos geoestratégicos, Zbigniev Brzezinski, 1998). Por lo cual, es una zona que ya comenzó a ser observada con interés  desde la Primera Guerra Mundial, cuando los imperios coloniales, después de la decadencia del dominio turco, demarcaron en una mesa de dibujo una nueva subdivisión política de la región y posteriormente, crearon -post Segunda Guerra Mundial-la ONU y su respectivo  Consejo de Seguridad (países victoriosos: EUA, GRAN BRETAÑA, RUSIA, CHINA, FRANCIA) de manera de terminar con el flagelo de la guerra. Efectos que se tradujeron en una doctrina de dominación y formas distintas de guerra convencional (Guerra Fría, terrorismo, guerra irregular, otras), sobre una mixtura de tensión político/religiosa y económica, especialmente los conflictos generados con la creación del Estado de Israel, como también, en la definición –un gran símbolo que podría remontarse a tiempos bíblicos- de una zona de incertidumbre de difícil horizonte de salida, asimismo de gran inestabilidad y de insospechado alcance global.

Por lo anterior, es posible afirmar que el poder hegemónico, imbuido en el status de  “primer mundo”, después del ocaso antiguos imperios y de las victorias en las grandes guerras mundiales (especialmente sobre el nazismo) haya concebido – sobre las luces y sombras políticas, económicas y religiosas del territorio oriental contiguo a Europa- un derrotero geoestratégico de gran proactividad y de manifiesta utilización de la tecnología en beneficio del empleo de la violencia. Excepto China, que se mantuvo-en un primer momento confinada en su maquinaria ideológica junto a la URSS, para explosar posteriormente con un creciente desarrollo y aplicación del soft power (China) y la nostalgia de recobrar el poderío y visión de Pedro el Grande (Rusia) sobre bases de liderazgo sólido y decidido (W.Putin).

Sin duda que el rol primordial del club permanente de seguridad mundial es mantener el control de sus intereses respectivos evitando-en lo posible- yuxtaponerse entre ellos. Sin embargo, en el tablero han surgido otros actores de gran poder desestabilizador, los que pueden ser usados como peones (caso de Corea del Norte) en el juego de los grandes, conformando multi-frentes de tensión conflictiva donde, por un lado, se evitan acciones decisivas y por otro, se prolongan –interminablemente- acciones de intervención, estabilización y reconstrucción sobre escenarios de horrendos efectos humanitarios  

En este escenario de dominación geoestratégica de poder global, según mi opinión, distingo tres grandes acciones

1.- PREEMINENCIA POLÍTICA, ECONÓMICA Y DE SEGURIDAD

La definición occidental (a pesar de China y Rusia, por no contar en su momento con un poder específico) de  una convivencia de mundos distintos y preeminencia e imposición de los valores de la democracia y el libre mercado como la única doctrina. Determinación que ha producido categorías tales como: 1er, 2do y 3er mundo y otras tales como: Estados fallidos o vulnerables, como también: polarización religiosa y cultural. Este paso estratégico se sostiene en mantener un status de vigilancia y control sobre bases de tecnología, industria y mercados ventajosos.

2.- CONFORMACIÓN DE VACÍOS TERRITORIALES Y POLÍTICOS.

La doctrina Brzezinski de dominación de Eurasia debió crear las condiciones para su control bajo la estrategia de descabezamiento de líderes para ejecutar la trilogía: intervención, estabilización y reconstrucción, lo que, en su intento de establecer “un ambiente de democracia”, produjo una gran inestabilidad y vacío en zonas de grandes recursos naturales. Asimismo, un alto grado de de demonización y polarización religiosa y cultural, lo que más tarde producirá el surgimiento de grupos paramilitares insurgentes practicantes de formas no convencionales de hacer la guerra. Por tanto, una ecuación territorial y política de difícil control y demandante de grandes recursos industriales bélicos. Veamos simplemente los casos de Libia, Guerras del Golfo, Siria y con anterioridad, el interesante caso de Irán como país aliado de EUA (Sha Mohamed Reza Palhevi)

3.- IMPOSICIÓN DE UNA POSTVERDAD (un asunto de la comunicación)

La fragmentación del escenario, facilitación de conflictos intra-estatales y reinado de la guerra compuesta promueve un difícil control del territorio y escenario político, como también, cualquier forma de hacer la guerra obliga a una revolución en asuntos militares, políticos, económicos y sociales, pues esta nueva singular forma, “encierra la guerra tradicional, la de guerrillas, la de calles, además de la económica, política, diplomática y de información. La noción de amigos y enemigos es irreconocible” (Abilleira, marzo 2015), configurando un ambiente comunicacional político impredecible e incertidumbre social masiva (efecto humanitario).

“ la complementariedad creativa entre el pueblo y el ejército, así como su apoyo a la dirección estratégica del presidente Bashar al-Assad, jefe del ejército y de las fuerzas armadas, había creado una actuación firme y específica inalcanzable por los ejércitos de los países de grandes potencias” (General Freig del Ejército de Siria, Abilleira, marzo 2015),

Lo expuesto, puede verse como un escenario infernal de imposición, destrucción territorial y manipulación de los significados y de la realidad,pero también como una oportunidad para migrar desde la estrategia de dominación a una de cooperación, la que necesariamente debiera producir un cambio sustantivo en la estructura de la ONU y en particular, en el Consejo de Seguridad. Suborganismo que en la actualidad no representa a ninguna de las nobles piezas del ajedrez ni tiene un derrotero propositivo en la configuración de casillas.

“Pero el hecho de que ya ninguna de las potencias más importantes del mundo, como son China y Rusia, no puedan ni pretendan constituir un nuevo centro rector mundial no implica que hayan renunciado a una geoestrategia global. El mundo se ha vuelto tan interconectado que toda potencia tiene la responsabilidad de tener una visión global que por oposición a la geoestrategia de la dominación global desde un centro rector, solamente puede basarse en una geoestrategia de destino compartido y de colaboración entre naciones, y es en ella en la que se sitúan los BRICS y los países en desarrollo que aspiran a un desarrollo económico soberanista.” (Colomo J, 2014)