DIFERENTES MODERNIDADES, DIFERENTES NATIVOS Y SU IMPACTO EN LA SEGURIDAD

DIFERENTES MODERNIDADES, DIFERENTES NATIVOS Y SU IMPACTO EN
LA SEGURIDAD

Mg. Julio C. Romero Orozco

16 de marzo de 2016

"Una vida
caracterizada por no mantener un rumbo determinado, pues al ser líquida no
mantiene mucho tiempo la misma forma. Y ello hace que nuestras vidas se definan
por la precariedad y la incertidumbre. Así, nuestra principal preocupación es
no perder el tren de la actualización ante los rápidos cambios que se producen
en nuestro alrededor y no quedar aparcados por obsoletos."

Cinta Barreno

                             
En un escenario líquido - que tiende a lo gaseoso de la incertidumbre y a
la fragmentación-, posiblemente experimentemos además una sensación de asedio
permanente (sociedad que se pone a sí misma en peligro a través del mercado de
la comunicación, U. Beck), como también, sumida en el conflicto, ante el amplio
espectro de intereses, perfiles, competencias y resultados que se derivan
(diferentes tipos de humanidad). Como resultado:  la anti-arquitectura, el no lugar y la
necesidad imperiosa de una nueva construcción y procesos. En resumen, una
suerte de vacíos y desconexiones políticas, sociales y económicas.

"Así como la
modernidad occidental lucha consigo misma y las diferentes modernidades luchan
entre sí, así en el individuo existe una pugna entre diferentes daimones
(ángeles y demonios) o constelaciones de sentido."
(Beriain, J.,
Modernidades en disputa)

¿Hablamos de un objeto de seguridad relativo, cambiante,
carente de forma, pero sin embargo, confinado en el significado de persona?

En definitiva, una convivencia traslapada de los sujetos, la
forma, los ritmos y los objetivos sociales, cuyas estructuras dominantes, desde
la solidez del estado y las instituciones (altamente predecibles) hasta una
actualidad impredecible y cambiante pudiese gasificar el enfoque sobre el real
objeto de la seguridad y encontrar dificultades para "definir la forma habitual de vivir en nuestras sociedades modernas
contemporáneas"
(Barreno, C).  En
este ámbito, ¿Será trascendental preguntarse acerca de lo habitual? . Pareciera
que el asedio del cambio supera "lo habitual" y habitar se constituiría en un
acto de mutar permanentemente, también de emigrar.

Por ejemplo no sólo se emigra del suelo, la patria y formas
sociales (una versión del territorio), también estamos emigrando de sistemas
tecnológicos de manera constante, como un anuncio que proclama que el asedio promueve
y legitima el destierro. El Baby Boomers quién hace poco tiempo constituyó la
base del liderazgo mundial tiene que mirar a la distancia la irrupción de los
X,Y y Z en quienes se abre un concepto más amplio de territorio: las redes
sociales, en las cuales conviven legiones de idiotas (Eco,U), información
basura, consumo y un desarrollo exponencial que puede tener insospechadas
consecuencias, tales como la excentricidad del poder, el gobierno en red y un
cosmopolitismo gaseoso de valores relativos y cambiantes.

En este gran cuestionamiento no dejan de presentarse, al
menos algunas, constantes: el cambio, la incertidumbre, el progresivo
debilitamiento de la argamasa de las estructuras (efecto en la confianza), la
deformidad y el asedio permanente, principalmente del modelo económico y la
tecnología. Condiciones que tuvieron origen en la solidez del hombre en torno
al:  ágora, soberano, templo, estado,
ahora el mercado y , en futuro cercano, a la simbiosis tecno-lingüística en la
comunicación, siendo el ámbito de la política, la economía y la sociedad como
verdaderos territorios de la seducción. Pareciera que viviéramos en una
irrefrenable disputa entre el asedio y la seducción. Fronteras para reinventar
o re-percibir a la seguridad.

"Cuando una cantidad
cada vez más grande de información se distribuye a una velocidad cada vez más
alta, la creación de secuencias narrativas, ordenadas y progresivas, se hace
paulatinamente más dificultosa. La fragmentación amenaza con devenir hegemónica.
Y esto tiene consecuencias en el modo en que nos relacionamos con el
conocimiento, con el trabajo y con el estilo de vida en un sentido amplio."   
Zygmunt Bauman